lunes, 23 de febrero de 2009

Clint Eastwood se roba el sistema

Dos nuevos estrenos del mítico actor y director, llegan a su pantalla, para deslumbrar con su calidad. Presentamos breves reseñas de El intercambio (la cual ya está disponible), y Gran Torino, que llegará próximamente.



EL INTERCAMBIO
Año de producción: 2008
País: EE.UU.
Dirección: Clint Eastwood
Intérpretes: Angelina Jolie, John Malkovich, Jeffrey Donovan, Michael Kelly, Colm Feore, Jason Butler Harner, Amy Ryan.
Duración: 140 min.
Público apropiado: Jóvenes
Género: Biográfico, Drama, Policiaco

Los Ángeles, marzo de 1928. Christine Collins es una madre soltera, que trabaja de sol a sol como operadora telefónica para sacar adelante a Walter, su hijo de nueve años. Precisamente el trabajo le obliga un sábado a dejar al chico solo en casa. Cuando vuelve de la agotadora jornada, no hay rastro del muchacho. Angustiada recorre todo el barrio, y denuncia el caso a la policía, quien responde que no puede hacer nada hasta transcurridas 24 horas, pues la mayor parte de estos casos se resuelve con la vuelta del chico desaparecido por su propio pie. No va a ser éste el caso, y Walter seguirá en paradero desconocido... hasta cinco meses después, en que la policía anuncia que le ha encontrado. Christine no cabe en sí de gozo hasta que se reúne con el muchacho... en quien no reconoce a Walter. La policía de Los Ángeles, que vive un período de descrédito con graves acusaciones de corrupción, no está dispuesta a admitir un posible error; y obliga a Christine a quedarse con el chico, con la excusa de que el tiempo transcurrido y la dura prueba son los causantes de que no esté segura de la identidad de su hijo. El dolor de Christine se multiplica, pues al "cambiazo" se suma el hecho de que entretanto se han paralizado los esfuerzos por encontrar a su hijo.


GRAN TORINO
Año de producción: 2008
País: EE.UU.
Dirección: Clint Eastwood
Intérpretes: Clint Eastwood, Geraldine Hughes, John Carroll Lynch, Cory Hardrict, Dreama Walker, Brian Haley, Bee Vang, Ahney Her.
Duración: 116 min.
Público apropiado: Jóvenes
Género: Acción, Drama


Walt Kowalski es un anciano gruñón, jubilado tras 50 años de trabajo en una fábrica automovilística, que acaba de quedarse viudo. Incapaz de comunicarse con sus inmaduros hijos -que pretenden llevarle a una residencia- o con su nieta -vestida con ropa poco recatada-,se siente incómodo en su barrio globalizado, lleno de pandillas conflictivas de orientales, latinos y afroamericanos. También tiene todo tipo de prejuicios hacia sus vecinos de al lado. Éstos pertenecen a la etnia 'hmong', del sudeste asiático, que él identifica con los orientales con los que combatió en Corea.
Kowalski vive anclado en un pasado simbolizado en su emblemático coche, un Ford Gran Torino de 1972, que mantiene tan reluciente como el primer día. Una noche impide que lo robe uno de sus vecinos 'hmong', el tímido adolescente Thao, que ha sido presionado por su primo pandillero. Poco después, este primo y sus amiguetes la tomarán con Thao, pero Kowalski les echa del lugar con un rifle. Poco a poco, el viejo cascarrabias acaba haciéndose muy amigo de sus vecinos, especialmente del chico, al que tendrá que ofrecer mucha ayuda.

domingo, 22 de febrero de 2009

Red de Mentiras: Apasionante estreno para comenzar el año

RED DE MENTIRAS:

Año de producción: 2008
País: EE.UU
Dirección: Ridley Scott
Intérpretes: Leonardo di Caprio, Russell Crowe, Mark Strong, Golshifteh Farahani

Duración: 128 min.
Público apropiado: Jóvenes-adultos
Género: Acción, Drama, Thriller

Ridley Scott aborda el espinoso tema del terrorismo islámico y el contraterrorismo, en esta interesante adaptación de una novela de David Ignatius, actual columnista de Washington Post, y veterano periodista, que ha cubierto informaciones sobre Oriente Medio y operaciones de la CIA.

Esta vez, DiCaprio es otro 'infiltrado', Roger Ferris, agente de campo estadounidense que se hace pasar por árabe en diversos países para obtener información sobre radicales que cometen actos violentos. Ferris está a las órdenes del veterano Ed Hoffman (Russell Crowe), que organiza las operaciones desde un entorno tranquilo en Estados Unidos, pero está al tanto de lo que ocurre mediante imágenes captadas por satélite, y la más sofisticada tecnología. Ferris descubre que Al-Saleem, peligroso terrorista emergente que ha organizado una campaña de atentados, tiene un piso franco en Amán, por donde pasan sus sicarios, que podrían llevar a la CIA hasta su jefe. Deciden vigilar el lugar con la ayuda de la inteligencia jordana, puesto que la CIA no tiene suficientes agentes árabes que no llamen la atención allí. Mientras se lleva a cabo la operación, Ferris estrecha lazos con una enfermera jordano-iraní que le atiende de sus heridas.

La inventiva visual del director británico no tiene parangón, como lo demuestran las aparatosas secuencias de persecuciones con helicópteros y demás momentos clave del film. El nivel interpretativo es muy alto, pues Leonardo Di Caprio sorprende una vez más como intrépido espía capaz de sacrificarlo todo. No desentona Russell Crowe, que ha llegado a engordar más de 20 kilos para el papel, y brilla en las secuencias en que dirige operaciones complicadísimas a través del móvil mientras atiende a sus hijos. La gran revelación del film es el actor británico Mark Strong, que da vida a Hani Salaam, el refinadísimo pero a la vez amenazador jefe de la inteligencia jordana. Negarle la nominación al Oscar al mejor secundario sería un gran error.

La trama atrapa al espectador, y quizás el único defecto del film es que a veces parece que se le podría haber sacado más partido. Ofrece una visión crítica de las actuaciones internacionales de la CIA, denuncia actuaciones inmorales y torturas, justificadas para evitar un mal mayor. La absoluta superioridad tecnológica de los estadounidenses a veces no sirve de mucho cuando compite con métodos sencillos pero ingeniosos. En este sentido, llama la atención una secuencia en la que unos terroristas en coche despistan a la vigilancia por satélite. También tiene una gran presencia en la trama el precio que pagan los hombres que se dedican a vigilar a los terroristas, cuyas relaciones familiares acaban siendo un desastre.