domingo, 31 de agosto de 2008

NUEVO ESTRENO: "SIN RESERVAS"

Kate Armstrong es la chef de un restaurante de moda en Manhattan. Su reino es su cocina, donde despliega su arte con una precisión admirable, auxiliada por pinches y camareros. La propietaria está feliz con ella, pero la obliga a ir a terapia para que aprenda a controlar su tremendo genio y, de paso, gane en sociabilidad. Kate, que ya no cumplirá los 30, vive sola, soltera, sin compromiso y sin amigos. Una niña y un cocinero irrumpirán en el menú vital de esta gran profesional amante del método (es paradigmática la manera en que se ajusta el delantal) y de una vida reglada que le permite sentirse segura y en su sitio.
Basta leer lo que acabamos de relatar para que una buena actriz diga aquello de “dónde hay que firmar”. Pero en este caso todo era mucho más sencillo. La señora Douglas se ha estudiado Deliciosa Martha, la película alemana de 2001 magistralmente escrita y dirigida por Sandra Nettelbeck, con una memorable interpretación de Martina Gedeck.
El remake norteamericano la sigue en casi todos los detalles, con una encantadora Zeta-Jones y un rocoso y tosco Aaron Ekhart que hace lo que puede, discreto, sobre todo si se le compara con el gran Sergio Castellito. Por otro lado, la manera de caracterizar a la niña que interpreta Abigail Breslin no termina de convencer.
La dirección del australiano Scott Hicks (Shine, Corazones en Atlántida) es correcta aunque tiene ese regusto comercialote y sensiblero que tanto daño hace a bastantes cintas norteamericanas. Con todo, y especialmente para los que se enfrenten de nuevas a esta historia, la película resultará muy entretenida.

jueves, 7 de agosto de 2008

GRAN ESTRENO"LA ESCAFANDRA y LA MARIPOSA"


"LA ESCAFRANDA y LA MARIPOSA"




Saber vivir

Una película inolvidable, para darle muchas vueltas , tan rica es la historia y su tratamiento estético. Le valió a Julian Schnabel el premio al mejor director en Cannes, con toda justicia. Cuenta la historia real de Jean-Dominique Bauby, un periodista que tras sufrir un infarto masivo queda completamente paralizado, sólo puede mover un ojo y su párpado. Y con tan escasos medios, logrará comunicarse con el mundo exterior, los seres queridos y el médico, , e incluso escribir un libro.
Es una historia conmovedora, que huye del sentimentalismo fácil. Aborda con valentía temas como el sufrimiento, el deseo de morir y de vivir, la atención de los enfermos de este tipo, el sentido de la vida, la espiritualidad. Y sobre todo, es originalísima la realización, los planos subjetivos del enfermo, la decisión de no mostrarle hasta bien avanzado el metraje, las escenas oníricas en que entra en juego la imaginación, el buen uso de la voz en off. Se trata de un título que roza, sino alcanza, la absoluta perfección.
Resulta muy meritorio el trabajo de todos los actores, pero se trata de un gran trabajo de director. Julian Schnabel demuestra ser un artista integral, un gran creador que conjuga el contar una buena historia, el elaborar modos estéticos novedosos, la colaboración con artistas como el director de fotografía Janusz Jaminski, o con los productores Frank Marshall y Kathleen Kennedy, la decisión de rodar en francés, la luminosidad. El cineasta aporta mucho de su cosecha, pero a la vez sabe jugar con los símbolos originales imaginados por Bauby, como el de sentirse atrapado dentro de un claustrofóbico traje de buzo, o la capacidad de expresarse moviendo los párpados, como si del batir de las alas de una mariposa se tratara.


Espiritualidad


Julian Schnabel ha comentado: "No estoy interesado en la religión organizada, pero me parece bien si a la gente le ayuda. Me gustaría ser más espiritual, creer. Creer en lo bueno. Creo en mi padre, en mí y en mis límites. Creo en la bondad, que deberíamos y podemos tratar mejor a la gente. Lo que se desprende del film es la cantidad de empatía que le fue demostrada a este hombre y esto nos muestra que la gente puede ser buena y generosa".