
Basta leer lo que acabamos de relatar para que una buena actriz diga aquello de “dónde hay que firmar”. Pero en este caso todo era mucho más sencillo. La señora Douglas se ha estudiado Deliciosa Martha, la película alemana de 2001 magistralmente escrita y dirigida por Sandra Nettelbeck, con una memorable interpretación de Martina Gedeck.

El remake norteamericano la sigue en casi todos los detalles, con una encantadora Zeta-Jones y un rocoso y tosco Aaron Ekhart que hace lo que puede, discreto, sobre todo si se le compara con el gran Sergio Castellito. Por otro lado, la manera de caracterizar a la niña que interpreta Abigail Breslin no termina de convencer.
La dirección del australiano Scott Hicks (Shine, Corazones en Atlántida) es correcta aunque tiene ese regusto comercialote y sensiblero que tanto daño hace a bastantes cintas norteamericanas. Con todo, y especialmente para los que se enfrenten de nuevas a esta historia, la película resultará muy entretenida.
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